Doctorado de Humanidades – Línea de género
Desde las últimas décadas del siglo XX, los estudios de género han cobrado importancia en las principales universidades alrededor del mundo. Lo que se ha llamado “la revolución femenina” ha conducido no sólo a enormes cambios en las sociedades, sino también a reflexiones académicas sobre las diferencias sociales y culturales entre hombres y mujeres. Se ha llegado entonces a profundizar en el pensamiento sobre las dinámicas de las realidades sociales, a la vez que sobre el papel simbólico de las diferencias de género en todas las relaciones sociales, e incluso en las bases filosóficas para la concepción de lo humano y del mundo. Partiendo de la base de la construcción sociocultural de las diferencias entre hombres y mujeres, así como de sus identidades, se han desarrollado múltiples campos y perspectivas nuevas para la investigación.
De este modo, se plantea que las dinámicas de género están presentes en todos los ámbitos y niveles de la sociedad, no sólo en aquellos, cada día más amplios, donde las mujeres hacen presencia, sino incluso en los que se han concebido como reductos intocados por lo femenino, y monopolio de los hombres. Surge así el concepto de la transversalidad del género, de su pertinencia y relevancia para las ciencias sociales y humanas, así como para los estudios socioculturales, económicos y políticos de todo tipo, e incluso para las posiciones epistemológicas que dan sustento a la comprensión de la realidad.
En consecuencia, estos estudios han tendido a ser interdisciplinarios desde su inicio, y se basan cada vez más en la interdisciplinariedad. Vemos así cómo los desarrollos conceptuales en disciplinas como la antropología, los estudios literarios, la sociología, la historia, la psicología y la filosofía son puestos en diálogo y tomados en cuenta para las reflexiones en diversos estudios realizados a la luz de la categoría de género.
Por otro lado, esta línea en Estudios de Género, tal como se expresa en los objetivos del programa del Doctorado en Humanidades, impulsará “un diálogo enriquecedor entre diferentes saberes”. En consonancia con estos factores, en la presente línea se realizan investigaciones con una sólida base disciplinaria, pero con una decidida apertura a la interdisciplinariedad. La transdisciplinariedad aparece desde ya como un objetivo a largo plazo y un horizonte de reflexión e investigación que permita en el futuro integrar las diferentes metodologías de investigación en género implementadas en esta línea.
De los estudios sobre género se han derivado campos nuevos de investigación, donde se indaga sobre las subjetividades y las identidades, y se plantean nuevos enfoques para el estudio de las sexualidades, ahora desde la perspectiva de la diversidad. Asimismo, las reflexiones sobre las feminidades y sobre las relaciones de género han conducido a la aparición de los estudios sobre masculinidades, donde se consideran, entre otras, las implicaciones socioculturales de la construcción de la virilidad.
Además, la conciencia de las diferencias entre mujeres y el reclamo de las mujeres negras, mestizas, indígenas, de las no-heterosexuales y de las obreras y campesinas, han conducido a que en los estudios más actualizados la categoría de género aparezca en articulaciones complejas con las de clase, etnia, “raza”, orientación sexual y generación, de tal modo que no se concibe ya su estudio sin tomar en cuenta las relaciones entre estas categorías. Categorías que no se pueden poner en juego desde una engañosa pretensión de neutralidad, ya que multitud de estudios socioeconómicos nos dicen que las mujeres son “las más pobres de los pobres” a nivel mundial, y Colombia no es una excepción. Es por esto que nos planteamos la necesidad de contribuir a la comprensión de las diversas formas en las que el colonialismo y el neocolonialismo y sus consecuencias históricas – tanto a nivel económico, como político y cultural – de pobreza, racismo y otras formas de marginación están íntimamente ligadas a la construcción de las distintas feminidades colombianas y latinoamericanas.
A partir de todos estos esfuerzos de investigación se hace cada vez más evidente que en América Latina necesitamos multiplicar las avenidas para el intercambio de conocimientos entre los diversos países, ya que con frecuencia vemos que circulan más en los medios académicos las producciones de Europa o Estados Unidos que las de nuestros vecinos más cercanos. Se hace imperativo, entonces, que fortalezcamos las redes y lazos de comunicación permanentes con los centros y grupos de investigación sobre género de toda nuestra región, a fin de hacer circular las publicaciones, y enriquecernos con la colaboración académica entre los diversos programas, y el intercambio de profesores y profesoras